El Escarabajo del desierto
Domingo
03 de octubre de 2010: Diego Alejandro Tamayo se mete en una larga fuga en la
prueba de ruta de los mundiales de ciclismo realizados en Melbourne, Australia.
Es una fuga buena. Le acompañan un ucraniano, un marroquí, un irlandés y el
venezolano Jackson Rodríguez, ningún nombre importante. Todos ellos buscan la
exhibición ante las cámaras de televisión; y Tamayo un equipo que lo contratara
para la siguiente temporada. Se dice que tuvieron al lote a dos minutos en el
circuito mundialista, pero al final el ucraniano fue el único de los fugados en
terminar la prueba que consagraría a Thor Hushovd como campeón del mundo.
Tamayo a la cabeza de la fuga. Tomada de elcarajilloalegre.blogspot.com
Tamayo
en 2010 militaba en el CarmioOro, un equipo continental profesional con
licencia británica y estructura italiana, que no saldría el año siguiente, y el
nuestro no encontraba un equipo profesional para seguir. Al final mediando su
esforzada fuga de más de 200 kilómetros, que dejó ver el pabellón nacional en
un mundial en el que Colombia sólo pudo ocupar dos de las seis plazas que tenía
en la categoría masculina de mayores, encontró un salvavidas en un equipo
continental italiano. Con él en 2011 triunfó en el Circuit de Wallonie, clásica
belga 1.2 (la última del profesionalismo para carreras de un día). En 2012 se
reclasificó como amater en el equipo español UPV – Bancaja, corriendo la Vuelta
a Colombia.
Victoria en Bélgica. Tomada de nuestrociclismo.com
La
crisis económica del ciclismo español terminó por cerrarle caminos. Después de
vivir por más de 10 años en España, vuelve a Colombia en 2013 en búsqueda de un
equipo profesional, y encuentra un sitio provisional en el GW Shimano de Luís
Cely, en la época en que esa banda ganaba lo que no humanamente no se podía.
Tamayo en la presentación de la Vuelta a Colombia
Con
miras a no perder su arraigo en España y ante las pocas posibilidades de
continuar en el ciclismo en ruta con cierta estabilidad, Diego Tamayo tomó la
decisión de seguir en el ciclismo pero en otra modalidad: el mountain bike.
Desde
2014 está dedicado al ciclismo de montaña. Aquel año obtiene resultados
destacados como la victoria en el parcial final de la Titán Desert. Su
participación ese año casi que no se da: no tenía el dinero suficiente para
pagar la inscripción, pero un amigo lesionado le cedió su cupo por no poder
competir.
Ese
buen resultado llevó a que el equipo Zarabici-Trek, tienda de bicicletas
ubicada en Zaragoza, se fijará en él dándole el respaldo necesario para llegar
hasta lo más alto en el bicimontañismo, inversión que ha sido retribuida con
creces este 2015 con la victoria en la general final de la Titan-Desert
patrocinada por Garmin.
Diego Tamayo en su rol de capo escuadra. Tomada de
Facebook
La
Titan-Desert es una prueba muy singular. Promovida por el interés económico –no
hace parte de ningún calendario profesional– y el espectáculo de ver a un
conglomerado andar por el desierto, permite la participación de corredores
profesionales y aficionados. Inspirados en el modelo Rally de automovilismo,
plantea recorridos extenuantes, con distancias mayores a las de cualquier
competencia de ciclomontañismo.
Su
reglamento hace de la competencia toda una travesía: los participantes (i) tienen
que dormir en el desierto en carpas dispuestas por la organización, (ii) solo pueden
recibir asistencia de los vehículos oficiales en términos muy exactos: la hidratación
se da en las estaciones dispuestas para tal fin cada 40 kilometros –y deben
llegar al final con los bidones vacíos–, y (iii) valerse las más de las veces de
los GPS Garmin –patrocinador del evento– para encontrar la ruta a la meta.
El
año pasado Pirry mostró en televisión la dureza de esta prueba, especialmente
para los menos aptos para estas lides. Sorprendía en el reportaje la confesión
de Juanito Oiarzabal, español que ha subido la friolera de 26 veces los ochomiles, a causa de lo cual ha perdido
los dedos de sus pies, de preferir escalar hasta esas altitudes que hacerlo en
las dunas al radiante sol.
Este
año, Diego Tamayo sentenció la general durante la etapa maratón, la cual exigía
la completa guía del recorrido por el GPS, lo que demandó no sólo capacidad
física de los ciclistas sino habilidad mental para no coger caminos herrados.
Tamayo tras cruzar la línea final. Titan Desert 2015
En
la Titan Desert suelen pariticipar ruteros ex profesionales debido al gran
fondo físico que demanda la competencia. Este año el de más nombre ha sido
Óscar Pereiro, ganador del Tour de Francia de 2006. A él le ha ganado Tamayo.
Después de mucho
tiempo de rasguñar las piedras y hacerse huecos, Diego Tamayo ha encontrado su
sitio en el universo ciclista. Carlos Arturo Rueda Calderón jamás los habría
imaginado, pero Colombia ahora tiene a un escarabajo del desierto.
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