sábado, mayo 16, 2015

El Escarabajo del desierto

Domingo 03 de octubre de 2010: Diego Alejandro Tamayo se mete en una larga fuga en la prueba de ruta de los mundiales de ciclismo realizados en Melbourne, Australia. Es una fuga buena. Le acompañan un ucraniano, un marroquí, un irlandés y el venezolano Jackson Rodríguez, ningún nombre importante. Todos ellos buscan la exhibición ante las cámaras de televisión; y Tamayo un equipo que lo contratara para la siguiente temporada. Se dice que tuvieron al lote a dos minutos en el circuito mundialista, pero al final el ucraniano fue el único de los fugados en terminar la prueba que consagraría a Thor Hushovd como campeón del mundo.

Tamayo a la cabeza de la fuga. Tomada de elcarajilloalegre.blogspot.com

Tamayo en 2010 militaba en el CarmioOro, un equipo continental profesional con licencia británica y estructura italiana, que no saldría el año siguiente, y el nuestro no encontraba un equipo profesional para seguir. Al final mediando su esforzada fuga de más de 200 kilómetros, que dejó ver el pabellón nacional en un mundial en el que Colombia sólo pudo ocupar dos de las seis plazas que tenía en la categoría masculina de mayores, encontró un salvavidas en un equipo continental italiano. Con él en 2011 triunfó en el Circuit de Wallonie, clásica belga 1.2 (la última del profesionalismo para carreras de un día). En 2012 se reclasificó como amater en el equipo español UPV – Bancaja, corriendo la Vuelta a Colombia.

Victoria en Bélgica. Tomada de nuestrociclismo.com

La crisis económica del ciclismo español terminó por cerrarle caminos. Después de vivir por más de 10 años en España, vuelve a Colombia en 2013 en búsqueda de un equipo profesional, y encuentra un sitio provisional en el GW Shimano de Luís Cely, en la época en que esa banda ganaba lo que no humanamente no se podía.

Tamayo en la presentación de la Vuelta a Colombia

Con miras a no perder su arraigo en España y ante las pocas posibilidades de continuar en el ciclismo en ruta con cierta estabilidad, Diego Tamayo tomó la decisión de seguir en el ciclismo pero en otra modalidad: el mountain bike.

Desde 2014 está dedicado al ciclismo de montaña. Aquel año obtiene resultados destacados como la victoria en el parcial final de la Titán Desert. Su participación ese año casi que no se da: no tenía el dinero suficiente para pagar la inscripción, pero un amigo lesionado le cedió su cupo por no poder competir.

Ese buen resultado llevó a que el equipo Zarabici-Trek, tienda de bicicletas ubicada en Zaragoza, se fijará en él dándole el respaldo necesario para llegar hasta lo más alto en el bicimontañismo, inversión que ha sido retribuida con creces este 2015 con la victoria en la general final de la Titan-Desert patrocinada por Garmin.

Diego Tamayo en su rol de capo escuadra. Tomada de Facebook


La Titan-Desert es una prueba muy singular. Promovida por el interés económico –no hace parte de ningún calendario profesional– y el espectáculo de ver a un conglomerado andar por el desierto, permite la participación de corredores profesionales y aficionados. Inspirados en el modelo Rally de automovilismo, plantea recorridos extenuantes, con distancias mayores a las de cualquier competencia de ciclomontañismo.

Su reglamento hace de la competencia toda una travesía: los participantes (i) tienen que dormir en el desierto en carpas dispuestas por la organización, (ii) solo pueden recibir asistencia de los vehículos oficiales en términos muy exactos: la hidratación se da en las estaciones dispuestas para tal fin cada 40 kilometros –y deben llegar al final con los bidones vacíos–, y (iii) valerse las más de las veces de los GPS Garmin –patrocinador del evento– para encontrar la ruta a la meta.

El año pasado Pirry mostró en televisión la dureza de esta prueba, especialmente para los menos aptos para estas lides. Sorprendía en el reportaje la confesión de Juanito Oiarzabal, español que ha subido la friolera de 26 veces los ochomiles, a causa de lo cual ha perdido los dedos de sus pies, de preferir escalar hasta esas altitudes que hacerlo en las dunas al radiante sol.

Este año, Diego Tamayo sentenció la general durante la etapa maratón, la cual exigía la completa guía del recorrido por el GPS, lo que demandó no sólo capacidad física de los ciclistas sino habilidad mental para no coger caminos herrados.

Tamayo tras cruzar la línea final. Titan Desert 2015

En la Titan Desert suelen pariticipar ruteros ex profesionales debido al gran fondo físico que demanda la competencia. Este año el de más nombre ha sido Óscar Pereiro, ganador del Tour de Francia de 2006. A él le ha ganado Tamayo.

Después de mucho tiempo de rasguñar las piedras y hacerse huecos, Diego Tamayo ha encontrado su sitio en el universo ciclista. Carlos Arturo Rueda Calderón jamás los habría imaginado, pero Colombia ahora tiene a un escarabajo del desierto.

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