LA VIDA QUITA Y PONE
Hoy
ha sido un día particularmente contradictorio en mi vida. He conocido la lista
definitiva del Banco de Elegibles para Jóvenes Investigadores de la
Convocatoria 617 de COLCIENCIAS, y he visto que no han acogido mi propuesta de
investigación.
Causa
sorpresa que a pesar que en el capítulo de Semilleros de Investigación hubiesen
seleccionado a HERMES. Yo que tantos esfuerzos le di en mi vida
universitaria, no en vano cuatro de los cinco reconocimientos internacionales y
nacionales que él tiene han pasado en mayor o menor medida por mis manos, no me
veo recompensado en un apoyo mayor para investigar en un tema de que me cautiva
desde mi pregrado.
La
apuesta es muy sencilla: financiar en 2014 a HERMES le cuesta a Colciencias 2
millones de pesos, y a mí $15.120.000. Además veo que la falta de jóvenes investigadores
se repite en los grupos de investigación en ciencias sociales: el derecho aún
camina en pañales para el Estado.
Pues
bien a la par de eso, días antes envié una ponencia al I Congreso Internacional
de Política Públicas para el Desarrollo Local y Regional que organiza una
universidad de la ciudad. Lleva por título “La necesidad de articular políticas
públicas: el caso del Viaducto de La Novena” y responde a un interés particular
creado desde finales de 2011 en el que he podido trabajar en mi posgrado en
Derecho Público que actualmente curso en la UNAB.
Hoy
también me enteré que fue aceptada por el comité organizador y para mi sorpresa
el título del evento no ha resultado ser fraude: compartiré escenario con cuatro
Doctores en “algo” (Derecho, economía y no sé qué mas), profesores de Canadá,
UK, Catalunya, Francia y Venezuela. El reto es enorme.
La
vida me lo pone difícil, y no es la primera vez. Sé que lo bueno cuesta –lo de
República Dominicana me exigió 2 años–, y estoy dispuesto a dar la cara.