sábado, mayo 25, 2013

VIVA C O L O M B I A

Once años me han sido necesarios para ver a un escarabajo en lo más alto del pódium de una gran vuelta. Desde que decidí en 2002 ofrecer mis vacaciones de mitad de año para ver el Tour de Francia siempre había uno que otro colombiano con posibilidades de ganar una etapa. El primero y más exitoso hasta ahora había sido Santiago Botero. Pero con él todo era sufrimiento. Primero perdiendo el tercer lugar aquel año con Raimondas Rumšas. Su campeonato mundial en CRI en Zolder fue apoteósico. Recuerdo muy bien oyendo la noticia por la radio mientras iba de mi colegio a mi casa, como también la entrada al cuarto de mi abuela, con el televisor dando la noticia de semejante gesta. Los años de 2003 y 2004 fueron de constantes preguntas, ¿a dónde se había ido el gran Botero? En 2005 fue su resurrección pero a mitad del Tour se desplomó. Al año siguiente era un paria, como también Víctor Hugo Peña, otro que por los primeros años del siglo XXI daban brega en Europa. Confieso que no seguía el Giro ni la Vuelta esencialmente porque en aquel entonces el internet era un lujo que no podría darme, y  bueno estas competencias se corren en una época del año en donde yo estudiaba. Por ello me perdí las gestas de Buenahora, Freddy González y Félix Cárdenas.
Luego la ilusión se prendía por cuenta de Mauricio Soler, su carrerón en el Galibier y Plateau de Beille auguraban un gran campeón. Pero el tiempo demostró –tal vez la maldición que persigue a los campeones de la montaña del tour entre 2003 a 2009– que la suerte no estaba de su lado.
Finalmente en 2009 me engaché con el Giro y la Vuelta. Así conocí a dos hombres que hoy expelen veteranía: José Serpa “el León de Bucaramanga” y Mauricio Ardila. Ambos siempre trabajando para un gran capo. Serpa es de los pocos ciclistas ganadores en los años más oscuros para el ciclismo colombiano –en 2010 no hubo ningún escarabajo en el Tour– pero siempre algo hacia que no cuajara un buen Giro pese a que sus temporadas iniciaban siempre por todo lo alto.
Por esos meses empecé se seguir a Rigoberto Urán la joya que pulía Eusebio Unzué. También muchos otros ciclistas jóvenes daban grandes noticias. Era evidente que Colombia tenía el mejor ciclismo Sub-23 del mundo. Un subcampeonato mundial, dos Tour y un subcampeonato en el A’venir y dos Gio Biro son la joya de la corona de los triunfos de esta generación.
Pues bien todo eso ha explotado hoy y de qué manera. Cuando ayer viernes supe de la cancelación de la etapa 19 me preocupé. Eran kilómetros que les quitaban a los nuestros para atacar. El día de descanso forzado hacía posible que Cadel Evans y Rafal Majka pudieran aguantar cualquier ataque. Pero a mi mente vino un recuerdo de Londres 2012. Ricardo Orrego de Noticias Caracol en su alegría y ante el chasco vivido por Rigo de no estar inscrito a 3 horas de empezar la prueba de ruta en la que acabada de ganar la Medalla de Plata soltaba una frase muy colombiana “Al que le van a dar le guardan no?”  Me tranquilicé y me dije “Las tres cimas del lavaredo bastarán”, y bastaron.
Cuando a 3 kms saltó Nibali y tras él Betancourt y Urán y ví que tanto Majka y Evans se quedaban estallé en jubilo. Al principio Cadel no se rendía y parecía que alcanzaría a la pareja colombiana, pero pronto hacia aparición Fabio Duarte quien con su segundo lugar ha pagado la invitación de su equipo en el Giro. Ya en el último 1,5 km el segundo lugar era para Rigo y el liderato de los jóvenes para Betancourt, quien merece especial atención después de la machacada que se pegó para volver al grupo líder tras su pinchazo. O aquí hay  paisa encerrado o estamos ante uno de los principales protagonistas para los próximos 7 años.
El triunfo de Rigo es histórico. El pódium del Giro era el único que le hacía falta a los nuestros de las tres grandes, y supera el tercer lugar de Rujano en 2005. Toma así el testigo de Fabio Parra y su paisano Óscar de Jesús Vargas que en el lejano año de 1989 acompañaron a Pedro Delgado en el pódium de la vuelta a España.

¿De que serán capaces todos ellos cuando alcancen la madurez ciclista? Está por verse por ahora a disfrutar

jueves, mayo 23, 2013

Una cronoescalada sorprendente


Si  bien la CRI con final en Polsa era la primera oportunidad de Rigoberto para atacar y auparse hasta el segundo lugar del podio del Giro, esta etapa era para arañar segundos. Como los que le sacó a Scarponi al propio URán o Majka a Betancourt. Sin embargo, ha terminado con una inusitada mala actuación de Cadel Evans. Parece que la década que en edad le lleva al nuestro juega ahora en contra del australiano.  Ahora Rigo está a solo 10 segundos de Cadel tras recortarle 1’ 05”.
Un espectador ajeno al ciclismo bien podría recalcar que pese a lo anterior, lo de hoy ha sido una derrotada para Urán, pues al fin y al cabo perdió 1’ 26” con el Nibali. Pues bien, sin caer en la máxima futbolera chibchombiana según la cual “perder es ganar un poco”, esta victoria del líder del Giro beneficia a todos, inclusive a Rigoberto. Sería decepcionante para Nibali y su equipo que apuesta por líderes extranjeros para oxigenar un deporte que se vive con pasión en Kazajistán, ganar un Giro por la mala decisión de carrera de otro contendor en hacer parar a un gregario para esperar a su malogrado líder. Y a Urán lo haría víctima de aquella penosa frase de “que hubiera pasado si…”. Ya lo vivió en Londres 2012, y no sería bueno tener encima de sí una “bestia kazaja”. Tampoco sería bueno para la fisión ciclista ver un ganador por los ires y venires de la competencia. Que gane Nibali, el más fuerte, es lo mejor para el Giro.
No hay que prende alarmas por la pérdida del liderato de los jóvenes de Carlos Betancourt. Rafal Majka ha sido superior a él en ambas CRI, aunque en esta lo fue mininamente. Igual el polaco no ha entrado nunca por delante de Betancourt en ninguna de las etapas de montaña. Carlos y Rigo necesitan desmarcarse de sus contrincantes casi que con similar distancia. Con 15 segundos que le saquen a Majka y Evans ya está: dos colombianos en lo más alto del podio en Brescia. Deben juntos atacar a no más de 3 kms: un arranque seco y sostenido se los aseguraría. Sería el segundo 1-2 de Colombia en esta edición del Giro.
En este último propósito colabora el abandono del Giau y Stelvio para la etapa de mañana viernes. Si bien se pierde altura con los puertos de remplazo –que no se desmeritan con los anteriores colosos– posibilita de que el sol salga para que los escarabajos hagan de las suyas.

lunes, mayo 20, 2013

¿A qué puede aspirar Rigoberto Urán?


Si de algo me he arrepentido desde que abrí este blog es no haber hablado antes de ciclismo, y eso que es uno de sus propósitos. La causa de ello ha sido que el tiempo en que escribo aquí, no es el mismo en que cuando me surgen las ganas y el temario a tratar. Y hablar sobre victorias ciclísticas que desde mediados del año pasado abundan después que ocurren, podría interpretarse como oportunismo o conveniencia de mi parte. ¡Cómo me arrepiento de no haber explicado las oportunidades de los escarabajos en Londres 2012!
Pues bien hoy no quiero dejar de pasar esta oportunidad, y ojala mi silencio no termine siendo una cávala en favor de los ciclistas colombianos. Desde luego el motivo de estas líneas es el tercer lugar de Rigoberto Urán en la general provisional de este Giro 2013. No recuerdo momentos en donde la expectativa nacional haya puesto sus ojos puestos en un ciclista desde la época de Herrera y Parra, como ahora. Tal vez sólo se puedan registrar el campeonato mundial  CRI de Santiago Botero en 2002, y el segundo puesto provisional que alcanzó Álvaro Mejía en el Tour de Francia de 1993.
Si bien la Medalla de Bronce de María Luisa Calle acaparó el interés de los colombianos, seguramente se motivaba por el morbo que producía ver a una valerosa mujer, luchar hasta las lágrimas por un triunfo que solo ella, su técnico y familia cercana sabía cuánto le había costado.
Y siendo Colombia un país de triunfalistas y fracasados es necesario poner pies en tierra y no ilusionarnos con un triunfo en este Giro.  Y esa es mi primera conclusión. Muchos piensan que esto del ciclismo es soplar y hacer botellas. Lo mejor que le puede pasar a Rigoberto, Sergio y desde luego Carlos Betancourt es estar en equipos extranjeros, lejos de las voces aduladoras de sus paisanos.
El ciclismo no es como el futbol. Su diferencia radica esencialmente en que uno es deporte y otro juego. En el fútbol se puede ganar y perder un partido en un solo segundo. En el ciclismo en cambio solo se puede perder. Una caída –no hay arbitro que pare la competencia y espere al sin suerte se reincorpore– podría significar el final de una carrera, de toda una temporada. A mi juicio es la única forma en que Rigoberto puede ganar el Giro 2013. Y aunque ni él es Eddy Merckx ni Nibali Luís Ocaña, la experiencia vivida por ellos a causa del accidente del segundo en el Tour de 1971 muestra que esos lideratos ganados por caídas no valen nada, y los triunfos mucho menos. Además, las posibilidades que esto le ocurra a Nibali, son las mismas que tiene Urán. Así que ni modo, no hay rosa para colombiano en 2013.
Esto último se entiende debido a que Nibali está en la mejor edad para el ciclista –de los 28 a los 30– y a que tiene ya una vasta experiencia para pelar hasta el mismo Tour y ganar grandes vueltas. Se llevó la Vuelta a España e hizo podio en el Giro en 2010, del que fue subcampeón en 2011. Y de no ser por él, siempre valiente siempre al ataque, el Tour del año pasado hubiera sido más aburrido de lo que fue, ante la aplanadora del Sky. Además tiene la afición en su apoyo. La mejor muestra de lo que pueden hacer los italianos porque uno de los suyo gané y no un extranjero, lo vivió Laurent Fignon en el 84.
Pero Cadel Evans es quien más aguante tiene en cuanto a la experiencia. No por lo que ha ganado, sino por lo que ha perdido. Dos tour en el penúltimo día (2007 y 2008), y una vuelta por un pinchazo (2009), y como 6 Dauphiné Liberé –siempre segundo–. Ello le sirvió para ganar el Tour de Francia de 2011, siendo el segundo de mayor edad en coseguirlo en más de un siglo de historia. A pesar que Andy Schleck fue el héroe en el Galibier aquel año –la etapa más fenomenal que he visto en mi vida–, pocos se han dado cuenta del coraje y valor puesto por Cadel en su persecución, con el mundo venido encima. Ello le valió el Tour. A pesar de todo eso, la edad ya juega en su contra. Tener poco equipo que le respalde, hace que una fatiga física sea posible y en cualquier momento se desfonde, como el año pasado en el Tour.
En cambio Urán no tiene experiencia como capo en una grande. Sí, él es como pocos un todo terreno, capaz de disputar vueltas de una semana y carreras de un día. Al sol de hoy es el único escarabajo que ha sido podio en un monumento del ciclismo (Il Lombardía en 2008 y 2012). Ningún colombiano iguala su experiencia europea a su edad. Pero una cosa es atravesar los pirineos y las dolomitas escapado, como gregario o a la expectativas de los líderes, cosa última que hizo el año pasado, y otra es hacerlo en frente al pelotón. Similares retos enfrentaron en su tiempo Miguel Induraín, Oscar Pereiro y David López.
Pero en todo caso, si Rigoberto quiere ser sub-campeón del Giro –y he aquí mi segunda conclusión– no puede sólo jugar al error del contrario. Debe atacar. Su primera oportunidad, y así lo ha dicho es la cronoescalada del próximo jueves. Son 19.4 kms. con final en Polsa, de los cuales ninguno es llano. He aquí la no desventaja para Urán, que en la lucha contra el crono no ha avanzado tanto como Sergio Henao. Del inicio a la primera cima hay 8 kms, tendidos no tan parados (6.1 kms), para luego encarar unos columpios que dan vía a 7 kms finales con pendiente media del 6.8%, teniendo nada más una rampa del 10%. Rigoberto solo ha afrontado una crono para arriba en su vida: fue precisamente en el Giro de 2010. Más precisamente en Plan de Corones, mucha más dura que la del próximo jueves. Aquella vez, junto con el ganador Garzelli fueron los únicos no favoritos en entrar en el Top-Ten de la etapa. Este jueves puede sacar una gran tajada, sobre todo a Cadel, que si bien fue segundo en Plan de Corones., tiene 10 años mas que Urán..
Personalmente creo que esta puede ser la etapa para Carlos Betancourt. Que los expectadores de última hora no caigan en la trampa de creerlo segundón. En las tres etapas en que ha llegado tras el ganador, dos veces se ha encontrado con un escapado, y la otra con Rigo, a quien no podía atacar. Realmente nunca ha disputado una etapa, cuando atacó ya estaban saldadas a favor de otros
La etapa del viernes se presenta como un cuchillo mortal: con dos hojas y sin mango. Se tiene planeado subir el Gavia y el Stelvio –el techo ciclístico de Europa–. Para que Rigoberto gané tiempo en esta etapa debe salir un sol resplandeciente, que permita el desarrollo muscular del escarabajo en plena ascensión. La altura de estos dos colosos debe ser aprovechada por los colombianos para ahogar a los europeos. Lo tendido que es el Stelvio ayuda en especial a los del Coldeportes-Colombia. Si logran romper el grupo o dejarlo sin fuerzas, la subida final puede ser el ataque a Cadel Evans.
Si ello se presenta así –por lo menos el agotamiento físico–, dudo que en las Tres Cimas del Lavaredo pueda hacerse algo importante. Sino, caso en que haya nieve y se suspenda la subida al Gavia y el Stelvio, el Lavaredo será un sálvase quien pueda.
Esta cima ha sido final de etapa en 5 ediciones del giro (67, 74, 81, 89 y 07), y apenas ha conocido un ganador italiano, que lo fue Felice Gimondi, debido a la descalificación de Ricco la última vez. También allí fue la primera vez en que un colombiano demostró que los escarabajos excepcionalmente funcionaban bajo el frío. Aquel año de 1989 Luís Herrera entró al olimpo del ciclismo al ser el segundo trepador en ganar la montaña en las tres grandes. Considerando que Italia lleva 46 años sin ganar en el Lavaredo y Colombia solo 24, estadísticamente Rigoberto tiene las de ganar. En todo caso este dato histórico, no anecdótico, lo debe tener Rigoberto bien claro en la cabeza.
Tomando las cosas en serio, esta etapa tiene todo lo que exige una que aspire a llamarse mítica: 3 colosos antes de la llegada en alto, los finales 20 kms duros, y de ellos los 7 últimos infernales. Será ciclismo 100% puro, ojala salga el sol.
No he querido resaltar a Mauro Santambrogio que está a un solo segundo de Urán, por tener algunos de sus defectos y ninguna de sus virtudes. Siempre ha sido gregario de un gran capo, sin oportunidades propias. Ninguno de sus triunfos puede compararse con los de Rigoberto. Pero tiene un gran aliciente: esta puede ser su única oportunidad de demostrarse que sirve para algo en el ciclismo. También está en su tierra, por ello es peligroso a pesar de la carencia de un equipo que le respalde.
Con todo lo anterior, esta es la mejor posibilidad que ha tenido un escarabajo en ser podio en el Giro, el único al que no nos hemos subido.

viernes, mayo 10, 2013

Un incidente de desacato apropiado para los derechos sociales


Al finalizar la conferencia del Profesor Mauricio García Villegas –la inaugural de las I Jornadas de Derecho Constitucional de la UNAB– la profesora Ana Patricia Pabón le preguntaba si también podría predicarse de las sentencias judiciales que amparaban derechos colectivos, un uso simbólico del Derecho. Su interés partía de una investigación que hiciere sobre la materia en la ciudad de Bucaramanga. Recreaba con preocupación que si bien en muchas de ellas se proferían decisiones que protegían los derechos colectivos, después de su ejecutoria y previo pago del incentivo económico del actor popular, tales decisiones quedaban sin quien impulsara su cumplimiento.
Esa pregunta reavivó algo en lo que he pensado en los últimos meses sobre los derechos sociales, que son bien diferentes a los derechos colectivos, pero que en común comparten esa necesidad de versen materializados para beneficio de la sociedad general. ¿Es necesario un “incidente de desacato propio? Esto es que responda a su naturaleza y exigencias. Y en caso que la respuesta sea afirmativa, ¿qué características debe tener?
Optar por el frío incidente de desacato del código de procedimiento civil, que se sigue en el trámite de cumplimiento de la tutela y la acción popular, propio de un sistema inquisitivo de vieja data, en donde la discusión gira sobre asuntos patrimoniales en los que el demandante vencedor con suerte ya cuenta con un fin seguro debido a las medidas de embargo y secuestro tomadas previamente, no parece realmente plausible. Sería como incursionar en una pista para Karts con un monoplaza Formula 1 y pretender que éste tenga un excelente rendimiento o, como ya lo hizo la UCI, el validar las marcas de quienes quieran romper el record de la hora siempre que utilicen una bicicleta de las características de la época de Eddy Merckx.
Prueba que respalda esta posición son las audiencias de seguimiento al cumplimiento a las sentencias en donde la Corte Constitucional ha declarado el estado  de cosas inconstitucional, como los T-205 de 2004 y T-760 de 2008.
Dar una respuesta a la segunda sin embargo, no resulta tan fácil.
Las medidas de justiciabilidad de derechos sociales que ha tomado la Corte Constitucional no han pasado desapercibidas por el Congreso de la República y el Gobierno Nacional, en donde se cuentan sus principales detractores. Al mejor estilo de la camorra ellos tramitaron hasta su expedición el Acto Legislativo 03 del 2011, que establece el pomposo “Incidente de Impacto Fiscal”. En virtud de él cuando la Corte Constitucional, el Consejo de Estado o la Corte Suprema de Justicia profieran una sentencia con consecuencias para las finanzas públicas –los derechos sociales son apenas una de sus causas–, a instancia del Jefe Máximo del Ministerio Público o cualquier ministro del Gobierno Nacional, se tendrá que “modular, modificar o diferir los efectos de la misma, con el objeto de evitar alteraciones serias de la sostenibilidad fiscal”.
Y a pesar que expresamente se advierte en el texto reformatorio de la Constitución que a través del incidente no se podía afectarse o menoscabar “el núcleo esencial de los derechos fundamentales”, el perfil perverso de esta reforma es tan difícil de ocultar como la cola de cerdo que aterrorizaba a los Buendía. En consecuencia dentro de la sociedad civil y centros de estudios especializados en la materia se acusó a esta reforma como una herramienta para fraudar los derechos sociales, por lo que se han presentado sendas sentencias de inconstitucionalidad en contra de él.
Una de ellas terminó con la sentencia C-288 de 2012, en donde la Corte Constitucional determinó que aunque la reforma anunciara a la sostenibilidad fiscal como un principio, este no compartía la naturaleza de uno constitucional –de modo tal que no puede optimizarse con los que sí la tienen–, y que en cambio consistía en una herramienta-marco para la materialización de los propósitos del Estado social de Derecho.
Considero que esta decisión visibiliza aún más la necesidad de dotar a una herramienta procesal apropiada para efectivizar los derechos sociales, y manda un mensaje muy claro para su construcción: que el incidente de impacto fiscal debe partir de la premisa que son los derechos sociales quienes condicionan el presupuesto estatal, y no viceversa.
Bien desarrollado este acto legislativo por el Congreso de la República, puede convertirse en el escenario ideal en donde concurran todos aquellos responsables de satisfacer las prestaciones que se los derechos sociales. Sin embargo, poco bueno se puede esperar de dicho cuerpo corrompido, por lo que urgen propuestas para  responder a esta necesidad.
Trabajaré en ello y escucho sus comentarios.